Lagunas y más lagunas

El día número dos del tour de 3D/2N al Salar de Uyuni incluye todo un día visitando lagunas con o sin flamencos, de todos los tamaños y colores. Algo bien a gusto del consumidor.

Los paisajes que viví y los lugares que recorrí son de aquellos que quitan el aliento. Y que realmente valen la pena visitar. ¿Quién pensaría que el mundo es tan bonito y que estaba al alcance de mi mano?

Caminando hacia el sur, hacia la frontera con Chile, sigue el viaje en estos paisajes desérticos más cercanos al cielo que al suelo.

El Salar de Uyuni es precioso. Por la época en la que viajé, me tocó ver los espejos de agua y tener fotografías increíbles del cielo reflejándose en el agua y otros. Sin embargo, creo que esta parte del tour es tan imperdible como el salar. La belleza de las lagunas, insertas en estos paisajes desérticos, desolados y silenciosos le da a este día de viaje un encanto especial. Incluso, podría decir que de todo esta fue mi parte favorita.

¡Roaaar! ¡Fumarola!

Este día número dos parte temprano con una visita al mirador del volcán Ollagüe. Volcán activo. A lo lejos se ve una fumarola que me recordaba que siempre estamos a merced de la naturaleza (aunque suene poético). La verdad es que da para preguntarse hacia dónde hay que arrancar en caso de. No es que haya muchos lugares donde esconderse, en realidad.

Me las imagino diciendo «¿Qué sucede?» A lo Gary Medel.

En el camino a nuestra primera laguna, nos encontramos con un grupo grande de vicuñas que andaban ahí pastando. La mayoría se comenzó a alejar en cuanto sintieron el ruido del motor de la camioneta, pero algo pudimos fotografiar antes de que se fueran todas. ¿Sabían ustedes que la caza de vicuñas es ilegal en Bolivia, Chile, Perú y Ecuador? Pues si no lo sabían, ya lo saben. A cuidar la fauna, que la Pachamama lo agradecerá 🙂

Flamingo lunch and nap time.

La primera laguna es la Laguna Cañapa (una de mis favoritas) a 4.140 m.s.n.m, donde encontramos una bandada de flamencos alimentándose y durmiendo. El silencio del lugar es fundamental para no molestar a los animales que se pueden encontrar ahí y ayuda mucho a la contemplación y a disfrutar del paisaje, del viento y del cielo azul brillante, porque ¿dónde más podrías encontrar un cielo así?

¿Y se han dado cuenta como todo se refleja en las lagunas? Si esa foto todavía no los convence de que hay que hacer esta ruta, espero que las siguientes lo hagan.

Más flamencos. 

La segunda laguna es la Laguna Hedionda, también habían algunos poquitos flamencos aquí. Alimentándose y durmiendo, como parece ser la regla con estas aves.

Cerca de esta laguna hay un hotel, cómodamente ubicado al medio de la nada y a unos 4.115 m.s.n.m. El recinto tiene muchos mesones en el exterior, con techo de ¿caña? para protegerse del sol (en realidad, eso depende de la posición del sol al momento de comer), y baño por 5 Bs., para que los pasajeros de tours como el mío puedan almorzar tranquilamente.

¿Se cansaron de las lagunas ya?

La laguna Honda fue la primera de nuestras paradas post-almuerzo. Les puedo jurar que en esta laguna había UN flamenco que, por supuesto, estaba comiendo. ¡Créanme! Si no me lo dejan en los comentarios y les subo la foto del único flamenco de esta laguna.

Cielo feliz y todos vamos a vivir.

Y mi favorita. Laguna Colorada. Esta laguna está dentro de la Reserva Nacional de fauna andina Eduardo Avaroa (Entrada: 150 Bs) y es la más grande de todas. Por lo mismo, es también la que acoge a la mayor cantidad de flamencos, distintas especies y colores.

Cielo enojado y todos vamos a morir.

Probablemente por la época, con muchas tormentas eléctricas (que no traían mucha lluvia consigo), las vistas del lugar eran espectaculares. Poco pudimos ver de por qué le dicen colorada, pues unas nubes amenazantes, en su reflejo, cambiaron los colores de la laguna, pero eso no quiere decir que fuera menos linda. Juzgue usted.

El día termina en unos refugios cercanos a la Laguna Colorada, a 4.300 m.s.n.m, donde cenamos y, dado que era nuestra última noche de tour, la cena venía acompañada de una botella de vino…¡De Bolivia! La verdad es que el comentario suena ñoño, pero yo no sabía que en Bolivia se producían vinos. El que tomamos nosotros, un tinto de Vinos Kohlberg, viene del departamento de Tarija (colindante con la frontera norte de Argentina). Siendo sincera hubiese agradecido una copa de ese vino en una tarde de verano, porque es de sabor fresco y liviano. Agradable.

Relajado, entretenido y con mucha conversación termina este segundo día de tour.

 

 

Datos para el día dos.

1. Siempre es bueno andar con monedas para utilizar los baños (si son de vejiga chica como yo). Así se evitan la espera de poder entrar, porque «no tienen cambio».
2. ¿Recuerdan que en el post anterior les decía llevar efectivo? Aquí se mantiene la dinámica.
3. El grupo comparte la habitación en el refugio. Advertencia para que después no se sorprendan o para los pudorosos.
4. Todos los datos de bloqueador, bálsamo labial, agua y toallas húmedas del post anterior se mantienen para esta parte del viaje, porque el sol y el polvo siguen sin dar tregua.
5. En el refugio NO hay ducha. Así que…vayan preparados O_O
6. En el refugio NO hay electricidad permanente. Está disponible desde que está a medio oscurecer hasta alguna hora antes de medianoche. Así que, si no llevan un cargador portátil, lleven todos sus aparatos electrónicos (cámara fotográfica, teléfono, etc.) bien cargados de la noche anterior y no les succionen la vida (batería) tan rápido en el día, porque les encargo lo que van a tener que pelear por un espacio en las «zapatillas» para conectar los cargadores (sobre todo si les tocó compartir refugio con asiáticos).
7. Espero mucho que les toque compartir refugio con un grupo de coreanos, porque son lo más chistoso que hay (entre ellos).